Dormir junto a un bebé ha sido una práctica común en muchas culturas a lo largo de la historia. En el contexto occidental contemporáneo, sin embargo, el colecho —entendido como el hecho de compartir la cama o el espacio de descanso con un bebé— genera tanto entusiasmo como preocupación. A medida que crece el interés por formas de crianza respetuosas y conectadas, el colecho se presenta como una opción atractiva, aunque también requiere una evaluación cuidadosa para asegurar el bienestar del bebé y de la familia 01.
El término “colecho” en el España se refiere tanto al hecho de compartir la misma cama con el bebé (bed-sharing) como al de dormir en camas separadas dentro de la misma habitación (co-sleeping). En muchos casos, se utiliza una cuna colecho o “sidecar”, que se ancla a la cama de los progenitores para facilitar el acceso al bebé durante la noche sin que comparta directamente el mismo colchón 04.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) y otras entidades sanitarias insisten en distinguir entre colecho y cohabitación. Mientras que el primero puede implicar ciertos riesgos si no se hace con cuidado, la cohabitación (dormir en la misma habitación en cunas separadas) es considerada por muchos expertos como una opción más segura durante los primeros meses de vida 02.
Diversas fuentes coinciden en que el colecho, cuando se realiza de forma segura, puede generar múltiples beneficios tanto para el bebé como para las personas adultas que le cuidan:
• Fortalecimiento del vínculo emocional: El contacto nocturno constante crea una sensación de seguridad que refuerza el apego entre la madre, el padre o la persona cuidadora y el bebé 03.
• Facilitación de la lactancia materna: El acceso fácil al pecho durante la noche promueve la continuidad y la duración de la lactancia, además de mejorar la comodidad y el descanso de la madre 01 y 03.
• Sueño más tranquilo y prolongado: Algunos estudios sugieren que los bebés que duermen cerca de sus progenitores presentan menos despertares nocturnos y una mejor calidad de sueño 02 y 03.
• Regulación fisiológica: La cercanía con los adultos ayuda al bebé a sincronizar sus ritmos cardíacos, respiratorios y de temperatura 01 y 04.
• Reducción del llanto y el estrés: Dormir en proximidad reduce el malestar nocturno y permite atender con rapidez las necesidades del bebé, lo que se traduce en menos llanto 02 y 04.
• Impacto positivo en la salud mental parental: Dormir junto al bebé puede disminuir el estrés y la fatiga, mejorando el bienestar emocional de los padres o cuidadores 03.
A pesar de sus beneficios, el colecho no está exento de riesgos. La Academia Americana de Pediatría (AAP) desaconseja el colecho en cama en cualquier circunstancia, especialmente durante los primeros 4-6 meses de vida, debido al riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), asfixia y otros accidentes relacionados con el sueño 01 y 02
Las situaciones en las que el colecho se desaconseja claramente incluyen:
• Lactantes menores de tres meses o bebés prematuros o de bajo peso 02, 03 y 04.
• Padres fumadores o personas cuidadoras que hayan consumido alcohol, drogas o medicamentos sedantes 01, 02, 03 y 04.
• Condiciones de salud que reduzcan la capacidad de respuesta, como diabetes no controlada, epilepsia o fiebre alta 04.
• Entornos inseguros como sofás, colchones blandos o camas sin barandillas 01, 02,
Además, el colecho puede dificultar el descanso de los adultos, reducir su intimidad o crear dependencia prolongada en algunos bebés 04.
Si una familia decide practicar el colecho, es imprescindible seguir recomendaciones estrictas para reducir los riesgos. Algunas de las más consensuadas son:
1. Colchón firme y plano: Evitar colchones blandos o con hendiduras donde el bebé pueda quedar atrapado 01 y 03.
2. Cama despejada: No debe haber almohadas, mantas gruesas, edredones, peluches ni ningún objeto que pueda cubrir la cabeza del bebé 01, 03 y 04.
3. Posición boca arriba: Siempre colocar al bebé a dormir boca arriba, no de lado ni boca abajo, para minimizar el riesgo de SMSL 01 y 03.
4. Ubicación del bebé: Idealmente, debe colocarse al lado de la madre y no entre dos adultos. Se recomienda que cada adulto duerma con su propio edredón o manta para evitar cubrir accidentalmente al bebé 01
5. Temperatura adecuada: La habitación debe mantenerse a unos 18-20 °C por la noche, sin abrigar en exceso al bebé 03 y 04.
6. Uso de cunas de colecho (sidecar): Estas ofrecen la proximidad del colecho con mayor seguridad al mantener un espacio separado para el bebé 01, 02 y 04.
7. Evitar colecho en situaciones de cansancio extremo o con más personas en la cama, incluyendo hermanos o mascotas 01, 02 y 04.
El colecho puede ser una experiencia enriquecedora y beneficiosa para muchas familias, siempre que se realice de forma consciente, informada y segura. La clave está en adaptar la práctica a las necesidades particulares de cada bebé y de cada hogar, y en consultar siempre con profesionales de salud infantil cuando existan dudas.
Dormir junto a un bebé no es simplemente una decisión cultural o emocional: es una opción de crianza que requiere responsabilidad, conocimiento y cuidado. Practicado de forma segura, el colecho puede fortalecer los lazos familiares, favorecer la lactancia y mejorar el descanso y bienestar tanto del bebé como de quienes le cuidan 01, 02, 03 y 04.
Referencias:
El colecho en la misma cama: beneficios y recomendaciones de seguridad. Ecus Kids. Colecho en la misma cama, ¿es seguro? - Ecus Kids [Acceso 05/05/2025]
Colecho seguro: beneficios y consejos. Quirónsalud. Recomendaciones para el colecho seguro | Tu canal de salud [Acceso 05/05/2025]
Beneficios del colecho: 5 beneficios para ti y para tu bebé. Bh Healthy. 5 beneficios del colecho [Acceso 05/05/2025]
¿Qué es el colecho? Ventajas, riesgos y consejos. Reproducción Asistida ORG. ¿Qué beneficios tiene el colecho o dormir con el bebé? [Acceso 05/05/2025]
NPS-ES-NP-00896 (Mayo 2025)