La piel del recién nacido: qué es normal y qué no

Los bebés nacen con determinadas características físicas, fruto de los nueve meses que han pasado en el útero materno. A menudo, estos rasgos despiertan dudas en los padres y madres acerca de los cuidados que puedan requerir.  

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y junto con sus derivados, pelo y uñas, conforma un sistema enfocado básicamente a la protección 01. Desde el nacimiento, la piel de los recién nacidos pasa por diferentes fases, texturas y apariencias. Es importante conocer estas circunstancias específicas de los bebés para no preocuparse sin motivo y para darle a su piel el cuidado que necesita.  

Cómo es la piel de los recién nacidos 

En el momento del nacimiento, la piel de los bebés presenta un grosor distinto según el tiempo que hayan pasado en gestación. Generalmente, los prematuros presentan una piel más fina y transparente, mientras que los que nacen a término tienen una piel más gruesa 02.  
Sin embargo, todos los bebés nacen con las siguientes características 02 y 03:  

• La piel está recubierta con el vérnix caseoso o unto sebáceo, una sustancia blanca y pastosa que protege el feto del líquido amniótico. Este material desaparece con el primer baño del recién nacido.  

• El cuero cabelludo, la frente, las mejillas, los hombros y la espalda pueden estar cubiertos de un vello fino conocido como lanugo. Este pelo acostumbra a desprenderse en las primeras semanas de vida.  

• En el momento de nacimiento y antes del primer llanto del bebé, su piel puede presentar un color rojizo o púrpura con manos y pies morados. Estas coloraciones pueden aparecer también en el momento de hacer de vientre o llorar durante los primeros días de vida.  

Además, algunos recién nacidos pueden presentar manchas rojas, rasguños, hematomas o petequias, unas pequeñas manchas de sangre, fruto del esfuerzo para atravesar el canal de parto. Habitualmente, estos signos se curarán y desaparecerán entre la primera y la segunda semana de vida 03.  

Alteraciones en la piel del bebé  

Más allá de las características físicas de los recién nacidos en sus primeros días de vida, existen otras alteraciones que pueden afectar su piel, sin que deban despertar la preocupación de sus progenitores. Algunos de estos cambios son temporales y desaparecen por sí solos, mientras que otros pueden permanecer más tiempo de forma inofensiva.  

Ictericia 

Esta reacción aparece frecuentemente en los primeros días de vida y aporta una tonalidad amarillenta tanto en la piel como en el blanco de los ojos. La ictericia se debe a una concentración excesiva de bilirrubina en la sangre del bebé, puesto que su hígado todavía no es capaz de degradarla con la rapidez necesaria. Por lo general, esta alteración desaparece por sí misma al cabo de unas semanas 03 y 04.  

Manchas de nacimiento 

Es habitual que algunos bebés nazcan con una o varias manchas en la piel. Estos signos pueden tener tamaños diversos y pueden aparecer en distintas partes del cuerpo. En general, las comunes son 02, 03 y 05:  

• Nevos simples. Se estima que hasta el 80% de los bebés nacen con estas marcas, conocidas también como manchas salmón. Tienen un aspecto plano de color rosa o rojizo y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque son más comunes en párpados, frente, nuca o labio superior. Su aparición se debe a la dilatación de los vasos sanguíneos y acostumbran a desaparecer a partir de los 18 meses.  

• Las manchas café con leche. Son aquellas de tono marrón claro que pueden aparecer al nacer o al cabo de los años, con la posibilidad de que oscurezcan. Sin embargo, no son preocupantes a no ser que sean muy grandes o aparezcan en gran cantidad.  

• Las manchas mongólicas. Tienen un tono azul grisáceo o verde azulado y afectan a más de la mitad de los bebés con fototipos oscuros. Acostumbran a aparecer en la espalda y las nalgas y se desvanecen en uno o algunos años.  

Todas las reacciones mencionadas son comunes y no deben despertar ninguna alarma en padres y madres. Sin embargo, frente a cualquier cambio o duda, es imprescindible acudir al profesional pediátrico de referencia.  

Sarpullidos 

Otra reacción común en la piel de los bebés tanto al nacer como en las primeras semanas de vida son los sarpullidos. Estas alteraciones también son inofensivas y las más habituales son 03:  

• La milia. Aparece en forma de pequeñas manchas planas de color blanco o amarillo. Surge debido a la acumulación de secreciones en las glándulas de la piel y tienden a desaparecer en las primeras semanas de vida.  

• La miliaria. También conocida como el acné del recién nacido, presenta un conjunto de granos pequeños de color rojo con pico blanco o amarillo. Normalmente, aparece en el rostro, aunque también puede surgir en otras partes del cuerpo. Es igualmente inofensiva y permanece durante un periodo similar al de la milia.  

• El eritema tóxico. Se trata de una erupción bastante frecuente en la piel de los recién nacidos y, pese a su denominación, no es peligrosa. Consta de una serie de manchas rojizas con pequeños bultos que suele aparecer en la cara, el pecho, los brazos o las piernas del bebé. Por lo general, aparece en los primeros días de vida y desaparece al cabo de una semana 06.  

• La melanosis pustulosa. Aparece en las primeras horas de vida con forma de ronchas o ampollas marrones. Puede afectar al cuello, la espalda, los brazos, las piernas y las palmas de la mano y remiten de forma autónoma al cabo de unas semanas o meses.  

Los cambios en la piel de los bebés son normales y no deben preocupar a los padres y madres. La mayoría de ellos desaparecen sin necesidad de un cuidado específico, simplemente siguiendo las rutinas habituales en el aseo de los bebés y aplicando cremas protectoras cuando sean necesarias. Sin embargo, ante cualquier duda, es vital consultar con el profesional médico de referencia.  

SUD-ES-NP-00019